La autolesión es una problemática que puede presentarse a muy temprana edad; en una muestra de estudiantes universitarios que se autolesionaban, 5% de la muestra señaló que sus autolesiones iniciaron desde antes de cumplir los 10 años. Mientras la edad de inicio promedio en múltiples estudios se encuentra entre los 12 y los 16 años (Muehlenkamp y Gutiérrez, 2004, Whitlock, Eckenrode, y Silverman, 2006)
La Autolesión es intencional, auto-efectuada, de baja letalidad corporal, con daños de carácter socialmente inaceptable, realizada para reducir angustia psicológica (Walsh, 2006). En los países hispanohablantes las formas más comunes de autolesión son Cortarse 85%, Pegarse 32%, Quemarse 30%, Pincharse/Rascarse 12%, Arrancarse el pelo 7%, Morderse 5%, Tallarse 3% (Santos, 2006).
Dentro de las escuelas, es posible encontrar el fenómeno de “contagio” definido como cuando actos de autolesión ocurren en dos o más personas del mismo grupo en un periodo de 24 horas (Rosen y Walsh, 1989). Estar expuesto a que un compañero/amigo se autolesione puede poner a adolescentes vulnerables en riesgo de considerar a la autolesión como una conducta efectiva de enfrentamiento, especialmente porque los adolescentes se suelen identificar con sus iguales (Nock, 2008).
El objetivo fue la identificación de (1) los estudiantes que se Autolesionan, (2) aquellos que están en riesgo, y (3) los que se encuentran fuera de riesgo. Con base en estas categorías obtener los factores de riesgo y protección para alumnas y alumnos
Se estudiaron variables importantes que terminan influyendo en la autolesión, como son las estrategias de enfrentamiento, la desregulación emocional, la depresión.
Referencias:
Muehlenkamp J. J. & Gutiérrez, P. M. (2004). An investigation of differences between self-injurious behavior and suicide attempts in a sample of adolescents. Suicide and Life Threatening Behavior, 34, 12-23.
Nock, (2008). Actions speak louder than words: an elaborated theoretical model of the social functions of self-injury and other harmful behaviors. Applied and Preventive Psychology, 12, 159-168.
Rosen, P., & Walsh, B. (1989). Relationship patterns in episodes of self-mutilative contagion. American Journal of Psychiatry, 146, 656–658.
Walsh, B. (2006). Treating self-injury: a practical guide. Estados Unidos: The Guilford press.
Whitlock, J. L. Eckenrode, J. & Silverman, D. (2006). Self injury behavior in a college population. Pediatrics, 117, 1939-1948.
Dra. Claudia Rodríguez
claudia.tecnoestata@gmail.com
Comments